Con Ana Karenina y Luis Manuel, por la feria de las Naciones.
Porque entre las cosas que se hacen, esta no está nada mal.
Siempre me han gustado los sombreros.
Robar.
Fuego para dar de comer.
Bebiendo, amenazando tormenta.
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Sardinero 2015 – Bonus
Pues eso, que después de todo, he hecho alguna más. Estaba yo ahí aburrido en el coch, y vi que bajo la granizada, apareció un surfista. Además justo donde el Chiqui, donde rompen las olas. Así que le hice alguna sentado comodamente en mi coche. Y también luego salió un poco el sol, he hice otra, que no está de más un poco de colorido.
De esta me gustó pillar a los pájaros.
Esta me parece la mejor. Los puntos blancos que se ven son el granizo que caía. Buena moral el hombre.
Pues cuando salio el sol. He potenciado los colores, porque no todo va a ser blanco y negro.
Tenía la valla delante, ¿Qué podía hacer?
Sardinero 2015 – Cuarto de cuatro. Final.
En esto inicios de 2015, con esto acaba esta sesión de fotos. Cinco fotos más, dentro de una serie mayor.
Algún día el ayuntamiento me pagará algo. Espero. Estaría genial. Que se pongan en contacto.
Aquí están las fotos.
Curvas curvas.
Una flor, de color, una Margarita, Ana Karenina.
Pasos en la arena, que se borrarán.
Escaleras, un hombre siguiendo a un perro.
Era de día, lo juro.
Sardinero 2015 – Tercero de cuatro
Tercero de la serie, superando el ecuador, estas me gustan especialmente.
Creo que comienzo por dedicárselo a mi señora, Ana Karenina.
Aprovechando la niebla.
Rocío en las hojas, finas como agujas.
Paseando.
Sombras extrañas.
Enjambre de hojas, y hierbas de rocío.
Sombras más importantes que la luz.
Se miran, unos a otros.
Sardinero 2015 – Segundo de cuatro
Continuando con la serie, aquí va la segunda tanda de fotos. Encima, hoy no es un día normal.
Buscando la ola.
Vida contemplativa, acompañándose.
Figuras de arena, efímeras.
Hablando en la esquina.
Bruma, oscuridad.
Oscuro camino.
Sardinero 2015 – Primero de cuatro
Con este post, comienzo una serie de fotos que por circunstancias ajenas a mi voluntad, he ido tomando en el Sardinero, en Santander, en estos últimos tiempos. Porque es una zona bonita, eso es innegable, y le tengo cariño a los tamarindos.
Quizá abuse del blanco y negro, pero supongo que es mi tendencia últimamente. Hoy toca algo así relacionado con el mar.
Comencemos pues.
La Magdalena al fondo, la bahía, y mar, sobre todo mar.
Ah, los antiguos muros del muelle.
Me encanta la textura que tiene la ola, y me da pena no haberlo conseguido más.
Visión distorsionada.
Desde el rompeolas, hacia el sol.
Puntos en la lejanía.