Beber, y dejarme llevar.
Cuando yo quiero no querer,
y no quiero pensar,
y no quiero ser,
pero sí desaparecer,
sin desvacenerme,
sólo mi ser
que habla sin sentido,
y sin saber que hacer.
Porque a veces, todo es,
simplemente, nada ser.
Y levantarme, otra vez,
como si siempre,
hubiera sido,
sin parar,
sin detenerme,
sin, ni un instante,
haber no sido,
yo.
Aunque no lo fui.
Porque no lo fui,
aunque quise serlo.