Introducción.
Dándole vueltas al asunto de escribir por escribir, me he encontrado con esto: El 90% de todos los cientificos de la historia estan vivos actualmente
En el artículo habla sobretodo del avance de la ciencia. Habla de lo cerca que estamos de la Singularidad tecnólogica, de la ley de Moore, del progreso exponencial de la ciencia, de doctorados, el número de artículos. También plantea que quizá no sea tan rápido, sino que la ciencia se va haciendo más compleja a la par que se avanza en ella, y por ello necesita más gente pensando en ella. Aunque yo piense, que si bien las aplicaciones tecnológicas están en plena expansión, no es así con la física teórica pura, la que veo incapaz en un tiempo largo de superar el paradigma actual.
Sin embargo, pienso que el artículo se olvida de las causas. Y es algo que llevo pensando mucho tiempo. La revolución industrial nos dio sobre todo la capacidad de crecer en población, doblarla, triplicarla, por producir suficientes alimentos y bienes para ello. Es un proceso que no ha acabado. Bueno, lo ha hecho en parte. En el mundo clásico occidental, (Europa, USA, Japón), ya lo ha hecho, y la población se ha estancado por el lado de la natalidad, o casi. Pero en el resto del mundo están en ello, expansionándose, y creciendo. Tan sencillo como que hay alimentos para eso y más. Así, hasta que todos los países emergentes no acaben con su transición demográfica hasta una sociedad postindustrial, no dejarán de crecer a este ritmo acelerado. Sobre esto, escribiré algún día, las similitudes de la sociedad occidental postindustrial con el experimento del Universo 25.
No conozco al detalle los modelos de previsión de crecimiento de la población mundial, pero es probable que Asia empiece a estancarse en unos años, cuando China e India alcancen una clase media importante, y posteriormente África. Quizá, seremos 10.000, 12.000. Acabaremos con el petróleo antes que con la comida, eso seguro.
El caso es que viendo gráficos como este (sí, es un poco cutre):
Se puede decir que ahora mismo vive tanta gente, como la que ha vivido en la tierra desde el 10.000 a.C. hasta la época romana. Así, a groso modo. Por lo que el incremento bestial de científicos (y por tanto de la ciencia) es totalmente entendible.
Pero hay más.
La revolución industrial no sólo permitió que hubiese comida para todos. También, que esa comida fuese producida por un porcentaje cada vez menor de la población. En mi opinión, los grandes periodos de esplendor de las distintas civilizaciones suelen coincidir con periodos en los que hay gente en esas sociedades que no trabaja la tierra. Un ejemplo, es Atenas. 30.000 atenienses dedicados a pensar y discutir, 150.000 esclavos. 30.000 personas con tiempo para pensar piensan mucho. Roma, igual. Italia en el renacimiento, con las ciudades estado comerciales. Flandes y Holanda después. Inglaterra. Y así. La gente necesita tener las manos libres y una cierta estabilidad en sus vidas para pensar. No en vano, la gente importante en la edad media o moderna, por ejemplo, eran clérigos, por lo general, o aristócratas.
Añado más. Liberar a la gente del campo, da pie a trabajos más complejos, por lo que se extiende la educación.
Con todo esto, la gente con capacidad de pensar, razonar, y tener tiempo para ello, es ahora mayor que nunca, y seguirá incrementándose, al menos hasta que África cree una clase media y complete su transición demográfica.
Desarrollo
Y en estas estamos. En resumen, en un mundo finito, la población aumenta, la tecnología aumenta, la comida aumenta y no falta. Pero el mundo es finito. Aquí, hay una encrucijada.
Por un lado, tenemos la visión pesimista. Esta es fácil de explicar. Vuelvo a citar el experimento del Universo 25. Y le resumo.
Metieron a cuatro parejas de ratas en un espacio cerrado, como el de la foto. Allí dentro, les dieron a la ratas todo lo que necesitaban (agua, comida, materiales para hacerse sus nidos…). Todo salvo espacio.
Al principio, procrearon, hasta llegar a más de seiscientos ratones. Con un crecimiento exponencial. Sin embargo, a partir de ahí se estancó. Los machos empezaron a dividirse por mantener territorios de reproducción, por el exceso de competencia. Sin embargo, el estrés que provocaban estas luchas, acabó por disminuir el apetito sexual y las ratas comenzaron a reproducirse menos.
La agresividad aumentó, con machos acorralados y apáticos, comportamiento erráticos y extraños. Esto lo cojo literal de este artículo: «Un grupo de machos se atrincheró en una zona protegida y sus componentes se dedicaron al cuidado extremo del cuerpo en medio de la indolencia, sin entrar en peleas y sin intentar siquiera acercarse a las hembras». Para el día 520, había 2200 ratas a las que se les había ido la olla, peleándose y sin reproducirse. Para el día 600 se habían extinguido. Nunca les faltó ni comida ni recursos, y no supieron recuperarse cuando su número de nuevo bajó.
En resumen, se desnaturalizaron por puro estrés, y acabaron colapsando. Y creo que esto, le puede pasar a la especie humana en el planeta. Aunque creo que la sociedad europea, en concreto, ha pasado la fase agresiva y está en la fase autocomplaciente de si misma, ensimismada. El resto del mundo, está camino de ello, aún no ha llegado.
La visión pesimista tiene otra variante, que es la guerra nuclear. O la guerra convencional a lo bestia.- Por otro lado, tenemos la visión optimista. Tal y como yo lo veo, el incremento tan bestial y rápido de la tecnología, ha hecho que demos un paso más allá de la evolución clásica. La selección natural ha desaparecido, y ha sido sustituida por una especie de selección cultural, en la que luchan grupos de humanos en vez de humanos individuales. Estamos en un punto clave en el que vamos a tomar las riendas de lo que nosotros mismos somos.
¿Y qué somos? Hasta ahora, un cuerpo marcado por la genética y los hábitos. Desde hace poco, nuestro cuerpo es algo más. El móvil es algo más, forma parte de nosotros. El coche, los transportes, las comunicaciones… son herramientas, como un tigre tiene sus garras o un pájaro sus alas. Nuestro cuerpo no es sólo lo carnal. Es también las cosas que usamos a diario como si fueran extensiones del mismo. Y va a más. Son cosas que aumentan nuestras capacidades, y nos hacen dar pasos más allá en la evolución (esto lo digo como si la evolución tuviera finalidad, pero no tiene, una licencia). El punto de cambio actual es la comunicación. Los cambios son muy rápidos, las redes sociales se dispersan y llegamos a más gente. Varía la forma en que tratamos a los demás, y también varía la forma en que nos ven.
Curiosamente, esto trae dos consecuencias. La buena, es el mundo de posibilidades que se nos brinda. Y si no, preguntadle a vuestros abuelos si de niños se imaginaban hablar y ver en directo a una persona en la otra punta del mundo. O comprar desde casa y que te lo traigan de otro continente en tres días. O poder tener toda la información del mundo tecleando unas letras. O toda la cultura.
La mala, es que nuestro cuerpo, y en concreto nuestra mente, no está hecho para ello. Está hecho para cazar en la sabana, gastar la mínima energía, y pensar lo menos posible. Y sin embargo, la información es demasiada, brutal, y el avance, gracias a las comunicaciones, demasiado rápido como para poder seguirle. Es todo cambio y cambio, y nuestra mente solo quiere estabilidad y vivir de la experiencia. Experiencia que ya no sirve.
Conclusión
Termine como termine, sólo se que estamos en época de grandes hechos, que se están haciendo esperar. Después de una rápida expansión, hace falta un periodo de asentamiento, y este aún no ha llegado. Me da miedo cuando llegue, porque sé que a nuestra generación le tocará de lleno. Y si no se gestiona bien, esto puede romperse. Guerra, agresiones, más cosas. Vivimos el periodo más pacífico de la historia (porque esa es otra historia, pero recomiendo ver esto: War and peace before 1450), pero si realmente somos ratas en un espacio cerrado, esto acabará por romperse. Fueraparte, de la incertidumbre que puede provocar el último punto de la sección anterior: ¿Cómo nos va a afectar el cambio tecnológico? ¿Nos adaptaremos, o nos alienaremos comportándonos erráticamente, sin individualidad ni pensamiento crítico?
En mi caso, iré a mi bola.
Muchas gracias a Google, Wikipedia, Xataka, RTVE y microsiervos por datos e info.