Aquí, las dos últimas fotos de este viaje, de Ana Karenina. Ambas me gustan, mucho, aunque son muy diferentes.
Sí, me tiré al suelo para hacerla, aunque no iba en serio, lo hice. Y la gente miraba raro.
Había una luz, rara, rara.
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Galicia 2015 – Rojo, entre luces.
De rojo, entre luces.
Acabando ya la serie, casi no queda nada.
Rojo y luces
Galicia 2015 – Más retratos.
Porque si veo una sombra, irremediablemente, me siento atraída por ella. Ana Karenina, protagonista.
A media distancia.
De cerca
De lejos
Galicia 2015 – Santiago – Hotel
Aprovechando un regalo, en Santiago paramos. Este fue el hotel, el parador.
Ventana
Cama
Galicia 2015 – Paisajes
Combarro y Cambados y la costa en general. Tras esto, alcanzo los dos tercios de las fotos de la serie. Igual un poco más.
Muelles geométricos.
Una barca. Encallada. Esperando que el agua venga a ella.
Cementerio de almas y de iglesias.
Señora en Combarro, sombras de casas, mar y gaviotas.
Galicia 2015 – Animales en Combarro
Al salir de Pontevedra, nos fuimos por ahí, hacia Santiago. Pero dimos un rodeo.
Perro de aguas.
Gaviota al medio.
Gaviota a un lado.
Galicia 2015 – Reflejos – Pontevedra
Cuando te encuentras con una pared pulida, no puedes evitar hacer cosas de estas. Pontevedra tenía una, tenía sol, y yo tenía ganas de darle color a alguna cosa.
Con este casi, o sin casi, despido Pontevedra. Es una ciudad con un encanto muy grande, mucho más grande que su propio tamaño.
Ana Karenina
Edificio al revés.
Como siempre, retratando gente mientras vive la ciudad.
Simetría un poco rota.
Galicia 2015 – Pontevedra – Plaza
Una plaza cualquiera, un hombre que se va, Karenina que espanta palomas.
Al trabajo
Karenina y las palomas
Galicia 2015 – Pontevedra – Entre lusco e fusco
Así, nombramos al bar que recomiendo muy mucho de Pontevedra.
Con esto acabo el año. De momento, aviso a navegantes. Sólo voy un tercio.
Bombilla
Cartel
Galicia 2015 – Costa da morte.
De La Coruña, fuimos bajando por la costa, hasta nuestro siguiente destino. Paramos, como es natural. Finisterre, y Ézaro. Entre otros muchos sitios. Pero yo no fotografié el fin del mundo, ni la cascada que cae al mar. Sino que vengo con gente, un paisaje tradicional, y uno de videojuego del jurásico.
Esto era realmente bello.
Gente, mucha, donde todo se acaba.
Paisaje de Ézaro.
Galicia 2015 – La Coruña – Cuarto
Queda aún, el resto de la ciudad.
Y a falta de patearnos las afueras, nos pateamos la costa.
Desde la torre no parecen muy grandes.
Oteando.
Semicírculo.
Por el camino.
A lo lejos.
Citroen del año de la pera.
Galicia 2015 – La Coruña – Tercero
Toca el mar. El puerto y el mar.
Sonrisa maléfica en barco. Aterradora.
Pasando el tiempo.
Por ahí.
Vendoooo
Por acá.
Paisaje urbano de puerto.
Galicia 2015 – La Coruña – Segundo
Ahora, la zona del centro.
Larguirucho el señor.
Palomas en el agua. Peces en el aire.
¡Una cascada!
Quiosco
Fachadas. Fachas.
Galicia 2015 – La Coruña – Primero
Entramos en el meollo. Primer destino, La Coruña. Y paseos, paseos. Un poco de paisaje urbano.
Esto es un buen mazacote de edificio.
Cuarto de reloj.
Molino sin aspas.
Me llamó mucho la atención. Solitaria, un punto tétrico, la escalera y el árbol retorcido.
Molino sin aspas, pero con un toque otoñal.
Galicia 2015 – Gente gallega
Gente gallega que mira mientras se estira, en momentos en los que yo intento y me empeño en hacer fotos sin luz.
Pero es gente gallega, y son buena gente.
Gallegos leñe.
Galicia 2015 – Playa de las Catedrales
Un día, decidí con Ana Karenina, que sería interesante volver a Galicia.
Así que llevamos a cabo la idea, y de camino, con una recomendación de un ser no definible, paramos en la playa de las catedrales.
Y así, hoy doy comienzo a una serie muy larga, mucho, sobre uno de los viajes que nunca olvidaré. Ni siquiera mi terrible memoria para los hechos y personas podrá con ello.
Este es el inicio de una de las series que más he disfrutado.
Es tan pequeña, y la roca tan grande, y el camino tan oscuro hacia el interior…
Arena.
Contraluces en la boca de la iguana.
Rocas y gente. Y rocas.
Fotos ajenas.