Ante todo.
Ante todo se alzaron,
contra el más grande de su tiempo,
por la honra, sus familias,
y su orgullo.
Porque orgulloso es el pueblo que se levanta, solamente, para administrar su propia miseria.
Pero se alza desde el suelo.
Versión 5.0
Ante todo.
Ante todo se alzaron,
contra el más grande de su tiempo,
por la honra, sus familias,
y su orgullo.
Porque orgulloso es el pueblo que se levanta, solamente, para administrar su propia miseria.
Pero se alza desde el suelo.
Aunque debiera estar a otras cosas, a esto estoy. Aunque aquí la ciudad no sea protagonista, sino Ana Karenina.
Un día, decidí con Ana Karenina, que sería interesante volver a Galicia.
Así que llevamos a cabo la idea, y de camino, con una recomendación de un ser no definible, paramos en la playa de las catedrales.
Y así, hoy doy comienzo a una serie muy larga, mucho, sobre uno de los viajes que nunca olvidaré. Ni siquiera mi terrible memoria para los hechos y personas podrá con ello.
Este es el inicio de una de las series que más he disfrutado.
En un día que comimos arroz con bogavante, también, dimos un paseo para bajar la comida.
Ana Karenina, Haller Chinaski y servidor.
Aunque yo solo salgo en una de refilón.
Después de la ruta por Guriezo, el sol se ponía en el horizonte. gente que iba y venía.
Estas me gustan, mucho.
En San Sebastián.
A la luz de una ventana, escapando por un día, entre semana, de todo. Ana Karenina
Esta vez también acompañado, Ana Karenina.
Son muchas fotos, pero como ya dije en la anterior entrada, tengo como 280 aún por subir. Y las que vengan.
Nueva entrega sobre la Magdalena. Con Ana Karenina de modelo improvisada.
En un tiempo imagino que no haya más. Me dejo muchas en el tintero, pero ya que puedo escoger…
La Magdalena no es el Sardinero, pero casi.
Circunstancias y sobre todo mi señora hacen que me dirija por esos lares. Seguro que no le importará salir en alguna. ¿Verdad, Ana Karenina?
Con esto empiezo una pequeña serie. Que no cerraré como otras veces, por si acaso.
Tercero de la serie, superando el ecuador, estas me gustan especialmente.
Creo que comienzo por dedicárselo a mi señora, Ana Karenina.
Aprovechando la niebla.