Ana y yo – Séptima semana – Amor

Somos a veces arrastrados por un amor no correspondido y una locura generalizada, que no hace más que provocarnos el desprecio de la persona amada por nuestros peripatéticos intentos, y el desprecio que sentimos por uno mismo en el momento de ser conscientes de ese patetismo.

Y así nos aferramos a un imposible que no hace más que hundirnos más en nuestra miseria.

Aunque no siempre sea así. Mi modelo y actriz, mi señora, Ana Karenina, que puede dar fe de ello.

Comentarios

Ana Karenina dice:

¿Cómo podemos evitar amar a alguien aunque no nos corresponda? El problema viene cuando ese alguien se aprovecha, no te trata precisamente bien…

Claro, porque la persona que es amada, o buscada, puede hacerlo incluso sin ser consciente de ello. A todos nos halaga que nos sigan y nos doren la píldora, aunque no busquemos nada.

El problema gordo a mi entender, es cuando se aprovecha a sabiendas.

De todos modos, también puedes obsesionarte con alguien que simplemente pasa y te esquiva como un carajón de perro en el camino. Pero el amor es irracional. Al menos, en esos momentos iniciales, que me cuesta llamarlo amor… Digamos, pasión mal entendida.

Deja una respuesta

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.