Hoy subo muchas más fotos.
Siempre he querido plasmar los recuerdos. Las fotografías son retazos de mi propia memoria. De esta memoria que perdí, por el camino de la vida. Dado que me pierdo tanto. Y no puedo evitarlo.
Mis recuerdos suelen ser imágenes sueltas, momentos fugaces. Y como todo recuerdo, busco quedarme con algo que me haga girar la cabeza al pasar.
Pero no es sólo eso. Hay un motivo estético. Artístico incluso. Intento crear algo con ellas. A cada una, intento darle un punto de vista más allá. Algo propio.
Sin embargo, este segundo punto es tramposo, porque en él, también existe la pura vanidad. Porque el realizar algo bello, manifiestamente bello, no se hace sólo para uno mismo. Siempre se piensa que se puede mostrar.
Aún me queda un enorme camino, desde el ver las cosas hasta plasmarlas como puedo. Pero de momento, yo intento seguir con esto.
Lo dicho, hoy más fotos, de una serie del centro de Santander, que ya lleva ocho entregas.